16 de mayo de 2009

Las palabras intrusas

Todos los días voy a trabajar. Siempre entro a las doce del mediodía, pero no siempre me tomo el subte a la misma hora. Eso sí, la prenda íntima nunca olvido de ponérmela. Sería un horror salir sin corpiño. Un mediodía, cual cazador oculto, me mezclé entre la gente que iba abarrotada contra las puertas, buscando el cartel del vagón que dice "No incinerar". No lo hallé, sin embargo. Me habré confundido con el cartel de los colectivos. ¿O ése es "No salivar"? Dios nos guarde de perder la memoria de esta manera. Decía que me mezclé entre la gente. Luego de no haber hallado el cartel que buscaba, me quedé parada en esa especie de anestesia que es viajar en subte en hora pico. Viajar en hora pico es como un grandes éxitos, como ese hit que siempre escuchás.

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