29 de noviembre de 2008

Pronóstico dudoso

Hoy mi día comenzará muy temprano, un sábado totalmente injusto.

Se supone que amanecerá lluvioso, con altas probabilidades de desaprobar el exámen para el cual no estoy estudiando.

En medio del sueño que me provocan las reglas gramaticales, no paro de repetir la palabra "alfalfa", una y otra vez. Es, definitivamente, mi favorita, aunque "escopeta" tiene también lo suyo.

Sí, suena medio estúpido, pero, ¿acaso no tenemos todos palabras favoritas?

27 de noviembre de 2008

Todo un palo

Salgo corriendo de casa, como todos los días. (Mi amiga Mona dice que en otros tiempos yo era muy puntual, yo hago un esfuerzo tremendo para recordar esos tiempos)
Llego a la oficina de venta de pasajes. Tengo el numero 031 y van por el 007, pero lo peor es que pasa media hora (a esta altura ya mandé mensaje de texto a mi jefa para avisar que llego tarde) y no llaman al número siguiente. Estoy sentada entre una joven y un musculoso del tipo “chico bolichero”. Él no para de quejarse, y con sus quejas salgo perdiendo yo: su aliento me está matando. Trato de no respirar, pero es imposible evitarlo. Me echo sobre el asiento resignada a esa realidad que me toca vivir. Ni siquiera tengo un libro para leer, es que en las últimas dos semanas sólo llevo apuntes para obligarme a estudiar en los ratos libres, en alguna ocasional espera como esta, o en el viaje en subte.
Y sí, ocurre lo que tenía que ocurrir, lo que trato de evitar: me pongo a pensar. Pienso en mis ideas, en mi estado de tranquilidad, en los consejos que doy, en la entereza que demuestro. ¿Me estaré mintiendo? ¿Será esta la calma previa a la tormenta? Enumero las cosas que me quedan por hacer. Uf, es mucho. Un tipo que acaba de llegar saludó muy amistosamente a uno de los vendedores de pasajes y se sentó directamente a realizar la transacción. Lluvia de quejas de un lado y del otro. Yo me quedo callada. Creo que si hablara no me quejaría porque no me están atendiendo sino que le pediría encarecidamente al “musculoso”, que además está en musculosa, que fuera por favor a lavarse los dientes. Eso es más indignante que el hecho de que no me atiendan. Me tengo que ir, por un lado llego tardísimo al laburo, y por otro, corro peligro de desintegrarme bajo ese aliento nocivo.

Ocho cuadras, y la Cabeza que no para: estreno, parcial, parcial, mudanza, vestidos, mi inseguridad, la soledad, estreno, parcial… ¡ahhhhhhhh! Y todo esto con 34 grados que parecen 45.

Ya es de noche, escribo como excusa para no estudiar, y me dispongo, en breve, a saltar al vacío. Es inminente.
Siempre me gustó la canción de Los Redondos: “el futuro ya llegó”.

24 de noviembre de 2008

Vemos...

¡¿"Vemos..."?! Eso no es una respuesta...

Las horas de sueño son pocas. Resolver, planificar, determinar como sigue la partida. Concretar. Encontrar una forma de seguridad, aprender de memoria los mecanismos para que ya no cueste tanto. La necesidad imperiosa de que todo esté en su lugar con un tipo y color determinado. No querer sorpresas. En medio del salto al vacío, no perder jamás la estabilidad con tanto esfuerzo obtenida.

La Cabeza está llena de pensamientos claros, no tan claros, y definitivamente oscuros. No se detiene un segundo en la resolución de las grandes ecuaciones emocionales, de esas que evaluan que cuesta menos para el alma. La urgencia urge más que nunca, aplasta, pisa los talones, se viene encima.


Al menos yo no pienso que soy la única con una gran Cabeza, no creo que soy la única en el mundo que piensa y piensa...

Breve

"No pienso llorar, de eso me cansé. Hoy voy a chillar, voy andar con mis pies"

20 de noviembre de 2008

De noche

...y no hay fórmulas establecidas para la superación, se vive de diferente modo cada vez. Porque cuando se trata del corazón, es todo eso que pasa como por atrás de la nuca, pasa por un lugar que una no puede identificar. Se escapa, no tiene ni cabeza ni cola, no tiene forma. La angustia no tiene forma, no se la puede contemplar hasta entenderla, como se podría hacer con un cuadro de Dalí, que de última una entiende lo que quiere.

La Mujer Con Cabeza se prende un cigarrillo, relee el fragmento escogido entre todo eso que acaba de salir por las yemas de los dedos, directo al teclado. Piensa. Lo que piensa es que estas palabras son tan públicas... Siente el pudor de saber que sus soledad está acá, a flor de piel, en carne viva.


Al final sonríe. Esta es una soledad no tan sola...

17 de noviembre de 2008

Luismi

Me acabo de bajar "La Incondicional" de Luis Miguel, y sí, la estoy cantando a los gritos como a los 12 años, que nos juntábamos en la casa de Daniela a hacer llamados por teléfono a ese chico re lindo que jugaba al hockey en el Santa, con el que creía que me iba a casar porque sumando los números del boleto de colectivo me había tocado su inicial que era la "I".

Ufff, cuanto que pasó.

16 de noviembre de 2008

Nada

Que pena, tantas cosas para decir y no me sale ninguna. Tipeo y borro, tipeo y borro. Todo es trillado, cliché, estúpido, cotidiano, intrascendente.
Esto es como el sueño en que que soy chiquita, mi mamá me llama por el balcón y yo le quiero contestar, pero no me sale la voz.
Ahora tampoco me sale.


Ufa!!!! Yo creí que eso de la inspiración era un mito. El enfado me supera, supongo que así menos voy a poder escribir.

Me voy en busca de mi café y de la segunda mitad de Siglo xx de Historia Argentina. Que pésimo ese combo para un domingo al noche.

No me puedo quejar. Hoy conocí la Costanera Sur. Me comí un churrasquito completo y todo.

Sí, ya sé, se me enfría el café.

¿Y la cena?

14 de noviembre de 2008

La fama y otras cosas

Hoy estaba navegando en Internet y encontré una chica llamada Belén Blanco, pero que no era la actriz. Me quedé pensando que debe ser muy feo tener el nombre pero no ser el/la famoso/a. Llamarse igual pero carecer de lo más copado que tiene esa gente, que es la fama, ¿no? El acceso a los VIPS, las entradas gratis para recitales, o mejor aún, la posibilidad de que le paguen por ir a algún lugar, poner la cara linda (para mí los famosos son siempre lindos), sacarse fotos para esa revistas que yo leo cuando voy a depilarme, y de paso ponerse de novios/as con otros famosos/ as como ellos/as.

Sí, hoy estoy frívola, y ¿qué? Es para escaparle a las profundidades de otras cuestiones que son como para desarrollar más adelante en el blog.

A propósito, Uds. que leen esto, ¿por qué no comentan? Así sea para decirme: "Mirá, mejor escribí en el diario íntimo que te regaló tu mamá en la Navidad del '89, porque acá sos pésima. Un besito". Pero esto de meterme en el blog todos los días varias veces para leer "cero hablaron aquí" es decepcionante.

Juntos por una amiguita, La Mujer Con Cabeza anda de capa caída, y hay que ayudarla.

9 de noviembre de 2008

Rocío en el Rojas

Jueves 27 de noviembre y miércoles 03 de diciembre a las 21 en el Centro Cultural Ricardo Rojas, Corrientes 2038, Capital Federal.

Rocío sale a tomar aire. Busca su vaso entre los muchos que hay en la mesa de las bebidas. Busca algo en su bolsillo. Cuenta las baldosas de una caminata corta. Mira hipnotizada la lamparita envuelta en papel celofán rojo que cuelga del alero y que le da ambiente a la fiesta. Cierra los ojos. No sabe si para ser ella misma tiene que ser siempre de la misma manera, si para hacer lazos con las cosas debería hacer yoga, si para tener amigos hay que inventarse una vida llena de aventuras, o si lo único que puede hacer es esperar que venga un huracán y se la lleve lejos.

Elenco: Aluminé Cabrera, Paula Pichersky
Diseño de Luces: Javier Casielles y Carmen Casielles
Co-dirección: Luciana Carrasco
Dramaturgia y Dirección: Lucía Panno


Eh?

Inestable.
Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma. Nada es seguro, nada se define. El tiempo aguarda mis decisiones mientras yo estoy quieta, sin poder pensar siquiera.
Indecisa.
Quiero gritar mis secretos, quiero develar los misterios que me oprimen. Nada. Estoy muda.
En esta búsqueda del tesoro, las claves están enterradas en el futuro. Difícil, porque debo llegar allí para entender.
Vacilante.
¿Cambiar el rumbo definitivamente? ¿Elegir aquello y no esto? ¿Resignar lo conseguido?
Invierto en canales de comunicación que finalmente me incomunican.
Inentendible.
Estas palabras acaban por construir un discurso totalmente enigmático que ni yo misma soporto. Pero así estoy. Mi cabeza me manda señales incomprensibles, casi jeroglíficas.
Lo hago, no lo hago, lo hago, no lo hago…


Me pregunto que se interpretará de todo esto…

2 de noviembre de 2008

Hoy

La Mujer con Cabeza cocina, acaricia los ingredientes, los huele, los corta, muele, dobla, calienta.


Luego, el sabor y las texturas del banquete le alegran el alma con cada bocado de los manjares.


Los aromas quedan flotando en el ambiente. Ella sonríe. Mañana será otro día. Pero, por suerte, será un día sin resabios de domingo.


Todo lo que queda por delante es dar los últimos toques a la siembra cotidiana.


Es noviembre, pero el Año Nuevo es inminente. Se anuncia, se expande.


Hay que ir preparándose.