2 de diciembre de 2008

Las palabras

Sueño que voy en el subte. Cuando me miro lo pies, observo que tengo pantuflas puestas. Las de piel, las que son de invierno. Calor, los pies me transpiran. En la escalera infundibuliforme, transita demasiada gente. Es una imagen invasiva. Entran al subte a borbotones, cual jauría a la perrera. Las características de esta ciudad no son más que el salvajismo, el “vale todo”… Me agobia, pero a la vez me encanta. Es el histeriqueo propio entre Baires y yo.

Finalmente despierto, me di tremendo golpe al caer de la cama de arriba de la cucheta. Para colmo debo salir corriendo, como cada día. Pero esta vez prestaré atención a que mis pies porten zapatillas, no vaya a ser cosa de que la city se enoje conmigo…

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