30 de diciembre de 2008

Fabricio

Apareció mi amigo Fabricio. Él es el mejor bailarín del mundo. Vive en tierras chavistas y tiene una sonrisa que irradia sol.

Somos amigos hace años, para mí todos los años, porque me parece que desde siempre que fuimos amigos.

Colgamos, y todos los medios de comunicación, que en este mundo globalizado son tantos, no nos son útiles para compartir nuestros mundos. Nosotros somos más del abrazo en vivo y en directo.

Entonces, en los veranos, nos encontramos, nos vemos, nos contamos, nos reímos, nos tomamos una cerveza fría a la par de nuestras anécdotas. Lo bueno, lo malo, lo triste, lo feliz. Y contentos los corazones, y llenitas nuestras almas, él se toma el avión, y yo me quedo en Baires, ya soñando con un nuevo encuentro.

Él siempre estuvo y siempre estará aquí, en este rinconcito de mi corazón que ahora late fuerte, galopa, porque sus primeras líneas de contacto, finalizando este 2008, fueron: "POOOOOOCHAAAA, ACÁ ESTOY."

Y ahora todo es felicidad...

No hay comentarios: